En condiciones normales, se recomienda que el bebé solo tome leche materna a demanda hasta los 6 meses. Por lo que no necesita agua, ni otros líquidos complementarios a su dieta.
A partir de los 6 meses, si ya come otros alimentos además de la leche materna, se puede ofrecer agua de manera ocasional con un vaso (nunca con una botella) y evita las bebidas azucaradas y/o gaseosas, excitantes o zumos artificiales. No hay que obligar al lactante a beber agua, pues lo normal es que tome el pecho entre horas e incluso antes o después de ingerir los alimentos.
Fuente: EnFamilia
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