jueves, 16 de febrero de 2017

Contaminantes y Lactancia

Quizás has oído hablar del uso de la leche materna como marcador biológico de la contaminación ambiental y que por miedo a los altos índices de sustancias nocivas para la salud, muchas mujeres deciden dejar de dar el pecho a sus hijos/as. 


Según el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, “la mejor manera de proteger a las madres y a los bebés de los riesgos de la contaminación química es evitando, reduciendo o eliminando la producción y el uso de sustancias nocivas, especialmente durante el embarazo y la lactancia. (…) Varios estudios han demostrado que la lactancia materna, aún en un ambiente contaminado, tiene un impacto positivo sobre el desarrollo de los niños, en comparación con aquellos que son alimentados artificialmente. (…) De forma más global, la lactancia materna constituye el alimento más saludable y menos contaminado para el lactante”.

Esto nos lleva a pensar que sería más fácil que los gobiernos dedicaran sus esfuerzos a reducir los índices de contaminación química de los alimentos y el medio ambiente para prevenir los efectos relacionados a la exposición prenatal que alertar y crear confusión en las familias lactantes.

Así mismo, el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, recomienda algunas buenas prácticas para reducir el nivel de contaminantes químicos en el organismo:
Aumentar el consumo de alimentos frescos, especialmente vegetales (frutas, hortalizas, legumbres, verduras).
Reducir la ingesta de grasas de origen animal.
Evitar las comidas procesadas, en especial salchichas, mortadela y preparados de carne enlatada.
Lavar y enjuagar bien las frutas y hortalizas, si es posible consumir alimentos ecológicos que garantice ya que contienen menos sustancias químicas.
Evitar el consumo de pez espada, tiburón, atún rojo y lucio por su alto contenido en metilmercurio.
Comer pescados con bajo riesgo de exposición al metilmercurio como la sardina, la dorada, el boquerón o la pescadilla.
Utilizar alternativas al uso de plásticos y bisfenol A. en los biberones, tetinas y vajillas para niños; los envases de vidrio o de cerámica pueden ser una solución.
Evita la exposición al humo ambiental del tabaco.
Evita el alcohol durante el embarazo y la lactancia.
Si vas a pintar la casa o a restaurar un mueble, en especial si es de la habitación del bebé, asegúrate de no usar pinturas sobre base de plomo, ni productos químicos que pueden contener compuestos tóxicos (disolventes, colas, productos de limpieza, esmalte de uñas, laca del pelo, vapores de gasolina,…)
Evita o aumenta las medidas de protección si en tu trabajo estás expuesta a contaminantes químicos. 


Más info: AEPED



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